cómo tantos otros que vendrán y que se fueron
he terminado de tomar el café de sobre a falta del pasado.
Decíamos que era de rebeldes cambiar el café por la avena de las mañanas,
Aquí saboreo el amargo, dulce y ácido jugo de la toronja que compre hace un par de días atrás.
Tengo además un manzana verde con rojo en el cajón de mi escritorio que espera a que sea media mañana.
Pensaba en las personas con las que he hablado desde mi labor profesional, me estoy "asustando" de ver tanta humanidad expuesta ante mis oídos y mis ojos.
Me estaba convirtiendo en el cofre de secretos de los demás y desde que empece han sido más de 700 personas entre niños, niñas, adolescentes, adultos, adultas en diferentes situaciones de violencia.
Hay días en que mi humanidad se queda relegada a solo el oler la toronja o licuar frutas compuestas por kiwis, platanos, manzanas, peras, piña, papaya y cualquiera de la temporada.
Miro casi todas las mañanas esas islas lejas y por un momento se detiene mi auto lenguaje.
Recuerdo tus palabras, la de todos en diferentes instantes, era una especie de esquizofrenia ja¡
Pienso en los médicos que también trabajan con el cuerpo de las personas y yo involucrándome por breves minutos con sus mentes, recuerdos y a veces sentimientos.
Tu decías que es necesario descubrir y seguir nuestro Darma, entonces eso es lo que estoy haciendo para liberarme y simplemente ser alguna partícula¡
Estoy aprendiendo a encontrar y mantener paz, expresar siempre ha sido importante.
Decíamos que era de rebeldes cambiar el café por la avena de las mañanas, aunque más rebelde sería darle un giro más humano a la humanidad y ser cyborgs verdes ja¡
