Aspiro la noche de eucaliptos, tan olorosos
tan inservibles, tan dañinos, tan expansivos
y cuantas veces he hecho girar sus semillas.
El viento juega con sus hojas,
toman el suelo a sus cercanías,
dejando sin brote a ninguna planta
-como el tiempo, a mi piel-
Semillas que adornan
mi caja fucsia
donde guardo y destruyo
objetos sin par
Le he mandado a cortar sus raíces
para que se seque y muera.
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