un hombre durmiendo al costado
evitar abrir los ojos para no espantarme
escuchar sonidos de animales salvajes
invadiendo la cocina -¿seré su cena?-
respirar pausado y mantenerse en silencio
invasión del sueño, una constante
el pánico se ha aprendido a aceptar
no es la primera vez -me mantengo escondida entre las sábanas-
repito, no es la primera vez que intento despertar
mis ojos inmoviles abiertos en la oscuridad
fotofobia y a veces nictofilia aprendida
¿duermes con tu perra y tu gato?
afirmo con la testa -no, no estoy asustada-
estoy cansada de gritar o emitir un sonido
soy la hija adoptiva de los paralisis del sueño
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