Miro a mi madre, me detengo un momento frente a ella, me escondo entre las ropas tendidas y susurro; la verdad mamá es que me quiero suicidar, el silencio acompañado por un viento leve, en eso mi gato negro se trepa a mi hombro, lo acaricio y quiero retractarme. Nadie habla más.
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