Veintidós días, veintiún noches y dos muertes
cuerpos abrazados diciendo adiós
lágrimas que riegan las calles recorridas en su compañía
el gato me lame la tristeza y me acaricia los sueños
la perra me ladra para que despierte de la fantasía
mi cuerpo se enferma para sentir que estoy viva
no, no estás más
mis manos buscan tu cabello para acariciarlo
no, no estás más
mis labios quieren posarse en tu boca
no, no estás más
mi dolor se hace carne
mi amor se hace dolor
cuerpos amontonados como en fosas comunes
irreconocibles en el tiempo
los recuerdos son fantasmas que me atormentan
no los puedo botar, no los puedo callar
te has ido, me he ido, ya no estamos aquí
soy un recipiente aguardando por tu sangre
sangre que coloreó paraísos imaginarios
¿Quién soy yo sin ser parte de ti?
¿Quién eres tú sin ser parte de mi?
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