El gato ciego de manchas amarillo oscuro
que ha potencializado sus sentidos del olfato y oído
puede ronronear a lo largo del día y de la noche
dirigir su mirada a mis ojos y dormirse en mi regazo
no le importa que ninguna hembra se cruce con él.
Se me enmarañan las palabras
reflejo de mis pensamientos obstinados
que amanecen y anochecen
en la negación de mi edad
con mis carencias materializadas.
Algunos tiempos solo los libros satisfacen el vacío
la vorágine de la vida y el anzuelo de la muerte
que a veces se enredan como el cordón umbilical
del des-dichado que sera enterrado
con cantos, violines y flores
en algún pedazo de suelo materno.
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