cada segundo esta siendo restado.
Como el pez que abrió la boca
para volverse pescado
revolcado en limón, sal o aceite.
Consejos perdidos
en evocaciones absurdas
de una biblia que no ha mutado
que pretende pronosticar
una catástrofe
como en mis pesadillas.
Tanto amor
desperdiciado
en la tiranía
del día al día
- toda una vida entregada a la rutina de las máquinas-
Soy una tuerca,
un engranaje
me escabullo,
me estanco.
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