Quiero tu voz, latiendo en mis timpanos
transformandose lentamente en una risa
que se dispersa en ese horizonte
que vamos perdiendo
como un closeup fotografico
al ser expuesto a la luz
cual carta de amor que se quema
al llegar la decepción del sueño quebrado.
Dejo el cansancio de mis pantorrillas
al compas de tus manipulaciones sutiles
envuelvo en tu tierna sonrisa morada
como tus hermosas rodillas.
Cada dia vas muriendo,
y tengo miedo porque despierto llorando
recojo mi almohada
la acaricio pensando
en tus tenues palabras de esperanza.
Oh no quiero llorar,
porque se que algo no va bien
leo las palmas de tus manos
desparecere de tu vida,
mientras tu te has insertado como enrredadera
que crece libre y desordenadamente
en un terreno abandonado
que es mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario