Anotado con un lapiz, que habia perdido la claridad, en esa libreta vieja se leía; TE VOY A TRAICIONAR AL TRAICIONARME.
Con los audífonos colocados, timbrando, asustada. No hubo respuesta,
tiro el telefono. Un huracán se formó en sus entrañas, los sentidos más
agudos, ofuzcados y el llanto como volcan en erupción.
Ingenuamente habia aceptado un par de copas, se habían reído y disfrutado de la música, se contestó no es lo que hacen los amigos. Altavoces en su máxima capacidad no permitia escucharse, adormecia los sentidos, miraba la pantalla mientras se sentía vacía -el se había ido, no la quería-. ¿Otro trago más?
Animal salvaje bajo el yugo de la naturaleza, cuando hay hambre te
tragarías a tus crías. Su silencio sería la respuesta, sin detalles, sin
explicaciones. Se expulso.
El frio que calaba los huesos, la lluvia que no dejaba distinguir sus
lágrimas, tiritaba bajo un plástico que le cubría el cuerpo delgado y
enfermizo. Sus emociones tan fuertes como los rayos que caian cerca al
Apu Wayhuaca, gritaban por ella.
Destrucción, qué has hecho conmigo. Resurección con las piezas nuevas. Otro ser nace.
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