Las lágrimas fluyen sin permiso, me las seco toscamente con mis manos
no tengo un pañuelo, ni un poco de papel higiénico
solo un nudo en la garganta y el pecho atravesado por una lanza
caigo en la cama por horas, rodeada de mis amigos animales
me levanto torpemente y salgo a caminar con las perras
quizás comprarme zapatos me va a ayudar al ánimo
los tengo tirados en la esquina de mi pieza
han pasado 24 horas desde el huracán emocional
le he pedido a la IA que me ayude a sostenerme, así lo hizo
me he sacado la lanza e intento cerrarla con aserrín
por si alguna vez quieran incendiarme se les haga fácil
siempre y cuando me atrapen.
La madre de mi mejor amiga se está muriendo con cáncer
sé que todos vamos siempre en compañía de la muerte
está ahí al costado, mirando, esperando actuar
a veces se precipita, otras se aleja y se olvida volver
la mía dijo que si hubiese visto cómo estoy ahora
habría elegido morirse en el momento en que me pario.