miércoles, 22 de febrero de 2023

El corazón se apaga se enciende como un interruptor

Ceder a la irracionalidad del enamoramiento hasta perderse en esa vorágine. Tienes que poner un alto a todo eso, te esta destrozando la vida, estancando, me decía mi tarotista. No quería escucharlo, no quería que los designios se cumplieran. Quería irme contra los dioses. 

La naturaleza ni el sino tienen favoritos, están ahí como una bala perdida que si te cae nunca ha sido personal. Lo lamentamos, solo llovía y te toco estar en la calle, sin paraguas, corriendo a un refugio mientras te empapabas hasta los huesos. 

La coca anunciaba que esa relación no pasaba de unos meses, quizás unos cuantos años, que conocería a otro que podría amarme. No quería soltar mi corazón, mis ilusiones, cuesta saberse a la deriva. 

Atrapada, mientras más quería retenerla peor era, cada vez más destrozada, no funcionaba ni la sertralina, ni las otras estrategias que proponía, nada era posible, ni callar, ni hablar, ni dejar de celar, ni proponerle otras formas de vincularnos. Quería morirme.

Muerta estoy, resentida me siento. 

Un cuerpo cadáver que deambula por una ciudad al cual le cruza un rio a veces con aves otras con bolsas de plástico. Calentado por un gato negro y una perrita tricolor. 

El corazón se apaga se enciende como un interruptor. Esta vez, quiero decirle a mamá que ya no me quiero morir, que volveré a escuchar su voz que me decía, y me dice; hijita tienes que ser valiente. 



miércoles, 15 de febrero de 2023

Marcha para la bajarse al amor romantico

 Acto I

Con mis más de 30 años y antes de llegar a los 40 de existencia, con un tiempo de casi 15 años metida en este escolladero- sí, hablo del plan buscar amor- declaro lo siguiente; "váyanse todos a la mierda, ésto no funcionó y quizás nunca funcione para mi" No, no vamos a morir en el intento, que se entierre toda esta farsa así como mis óvulos ya muchos con trisomia 21 y otras taras. 

Acto II

Iniciando los 20s vas con toda la ilusión de experimentar la condición de lo qué es el amor, te enteras de que no tienes el discurso de cómo ser una buena novia, claro, si andas con los ojos maquillados de negro, la ropa raída y eres la dark de los patios traseros que no existen en una ciudad de mierda como en los conos de Lima. No hay flores para las darks, ni jardines que regar. Lloras unas horas y te entregas a las drogas legales e ilegales. Te haces más rebelde. 

Acto III

Finalizando los 20s tratas de buscar  y dar un poco de amor en los que son similares a ti, o sea otros seres underground, así crees que porque escriben poesía, pintan, hacen música, luchan por justas causas sociales y etc. podrías formar un pequeño nido pero no, caes en la conclusión de que tampoco ahí se puede, tratas de protagonizar ese papel de novia salvadora, comprensiva y relegada a luchar por el camor. Te toca, perseguir, obligar, gimotear para que por una puta vez deje de montarte los cachos de mierda con la otra cojuda que esta en el mismo plan que tu; lograr que te sea fiel. Ay mierda me rio porque llorar genera hambre.

Acto IV

Inicias los 30s y ahora piensas que quizás con generaciones un poco jóvenes las cosas pueden mejorar. Te hartaste de los viejos, ahora  la vieja eres tu te toca tomar su lugar. El lugar común siguen siendo los mismos tipos. No pues, almas libres podrán hacer algo juntos, te repite tu amiga, la loca de los gatos -pronto serás tú-. Caes en la re afirmación de que ha sido un "toro por nara". Vomitas, te enfermas, ni la sertralina te salva de ésta mierda. 

Acto V

Después de haber sufrido por camor -es tu ego, me dicen- como un chancho a quien degüellan para el chicharrón, te quedas inmóvil por muchos años, demasiados, lo único que te contenta es que al parecer ya sabes cómo es la dinámica del amor en un país como Perú, donde los indices de criminalidad se disputan entre ladrones  y violadores de niños y niñas. No está demás resaltar que es tremendamente corrupto,  machista, clasista y racista. Y vuelves a declararle la guerra, algunas batallas las has perdido, muchas las ganarás. Quieres ser valiente y fuerte, decides ir esta vez por ti y por ellas, las niñas.

sábado, 4 de febrero de 2023

¿le tienes miedo a algo?

Ves ese banco, cuando llegué quería asaltarlo. Vamos a buscar fósforos, de seguro que pasando el puente encontramos uno. No hay tiendas abiertas. 

La primera vez que disparé, acababa de salir del cuartel, me sentía poderoso, tenía licencia para portar armas y sabía manejar. Nada podía detenerme. Pum. Cayó el líder de una barra brava. Mi madre busco mi indulto, hicieron de todo.

Dentro, conocí la ambición, yo quería ser un Al Capone, ellos tenían todos los privilegios dentro y fuera, mujeres con cuerpos de vedettes, las mejores drogas, la mejor comida. Era una ciudad, a veces hacia la chicha canera. Los más repudiados eran los cachabebés a esos un negro les recibía con un sadismo único, lo dejaban por días en el hospital.

Le tienes miedo a algo. No, ya estuve en la cárcel, ya murió mi madre, ya me dispararon, ya disparé.

Espérame aquí, iré a encenderla. Porque no tuviste hijos. Toso, mientras me mareo por la pitada. Supongo porque me gusta estar lateando al lado del río mientras se acaba el cigarrillo.  A mis hijos les decía que nunca hagan lo que yo hago porque no es para todos. 

En esos años pensaba que ser hombre era haber estado en el ejercito, saber usar armas y manejar. Quería ser hombre. Nos reímos, mientras buscamos un emoliente.