Ella

Había aprendido
a leer la suerte de sus manos
contaba sus dedos
dia tras dias
teniendo cuidado de no perderlos

que enigmatica justicia
atropellando a las hormigas
corria tras el ultimo bus
esperando varios minutos
mientras esas islas, a lo lejos
le recordaban a aquella tarde
donde su esperanza había muerto.

sus labios eran delgados
su cabello largo
camina deprisa o lento

ella caminaba
con el viento
con el sol
con la arena


un día de esos
prendió un cigarrillo
quemo una muñeca
talvez su favorita
quemo las líneas de sus manos
pretendiendo cambiar el destino
y dibujo unas nuevas

perdió la primera partida
y la cuarta también
la condición era decir la verdad o el castigo
escogió lo segundo

se divertía mordiendo corazones
había tropezado y cayo
lento como un suspiro

ella tenia aún los cigarrillos prendidos
calo, dos, tres, cuatro veces
jugando con sus pulmones
desgastando sus bromas

acaso creía que todo le iría bien?
quemó nuevamente las líneas-destino
esta vez no sabia que dibujar
así que rayo la palma de su mano
las dejó indescriptibles
riéndose
morbosamente
malicia expuesta
sabiendo que ni ella podría adivinar
lo que esas líneas le presagiaban.

rió mientras el sol se escondía
perdiéndose en sus carcajadas
que pululaba entre
el miedo
la alegría
la desesperación
se volvió una maldición

es que ella sigue riendo
mientras persigue a su sombra
no sabe cuando parar

camina tras del sol
y desnuda su cuerpo a la luz de la luna
con la danza de la resignación

su cuerpo frió o caliente
da vueltas y vueltas
cual bailarina excitada
por el compás de una melodía desconocida
mientras los cuervos en círculos
la esperan bajo el cielo tormentoso

Ha perdido a su sombra
sus ojos han explotado
sus cabellos han atrapado
como telarañas hermosos cantos

y su risa es una maldición.