lunes, 30 de julio de 2012

Arnes del olvido

Cuantas manos sudorosas, callosas
cogen el pan, comen el trigo
muerden el polvo
y se van al olvido
como las noticas del medio oriente
que nadie recuerda
 en este  sordido  y penoso occidente

Curten tus penas, te dan martillo
picas las aceras, das tus tripas a la perra
que te lame la cara, pidiendo migajas
olvido, el ovillo que recorre el laberinto
de este soleado y salado rostro.

Miro el arbol viejo, tumbado
llevado al cielo con el arnes
que sale del fogon que invade
mis pulmones con su humo vespertino
y me importa una leña
toda este cuento que no encuetra
sentido en mi ultimo tuit del olvido. 





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