sábado, 27 de julio de 2024

Resucitamos uno en el otro

Un encuentro, seis ojos abiertos

las direcciones como flechas de brújulas 

influidas por un poder magnético 

enloquecen, dan señales ambiguas

lo único seguro es el sol sobre nuestra piel.


Sus ojos miel, nuestros ojos panales solares

su lengua filuda me corta la yugular

mis colmillos prueban su carne

se detiene el corazón al compas de los gemidos

mueren una vez, dos, tres y no hay adiós.


Resucitamos uno en el otro, para ser uno y Dios

lágrimas de incertidumbre, respuesta de los Apus

seco mi sudor en tu piel tatuada, acaricias mi mejilla

alas remendadas, ropajes bordados con la sangre nuestra

los tragos amargos sucumben a nuestros besos.