domingo, 12 de junio de 2011

acecho

creo que habia entendido mal
o es que no quize escuchar
no importa.
ahora contaba cada paso mio
para no dejar huella.

ya habia averiguado
la mayor parte de su rutina
sé que se levantaba a las seis y media
todas las mañanas su madre le tenia listo el almuerzo
llegaba a las 8:05 a su trabajo
se iba a las 5:30
y cuando se enfermaba iba al mismo hospital
asi que un dia de estos podria caer de sorpresa
una casualidad para el
pero no para mi.

la primera vez ambos nos sorprendimos
la segunda vez hablamos mas de diez minutos
la tercera vez nos sentiamos casi familiares
la cuarta vez fuimos a tomar un cafe
la quinta vez se fijo mas en mis ojos marrones
y asi llegamos al dia en que sintio miedo por mi
pues siempre estaba ahi a la misma hora y en el mismo lugar
se abra preguntado el porque, no me imagino cual habra sido su respuesta.
Trató de cambiar de ruta
pero siempre me encontraba
o mejor dicho, yo siempre lo esperaba
hasta que empezo a tener miedo de mi
me saludaba escondiendo su miedo y su rabia
trataba de evadirme de todas las formas posibles
no sabia como mentir
cada vez se enredaba mas y mas.
Llego el dia en que solo al verme
corria de espanto
pero yo estaba ahi todo los dias
a la misma hora,
así cambie de ruta,
se mude de hogar,
este perdiendo la paz,
trate de encerrarse.

Me habia vuelto un holograma
se desesperaba y salia
a ver si seguia en los lugares donde lo esperaba
y se daba con la sorpresa que estaba ahi
cuantos dias habian pasado?
no lo recuerdas
ni yo lo recuerdo
todo los dias
esperando a que salgas
y tu sabias que no me iria
hasta que no salgas a verme
con la misma ropa
con el mismo peinado
con la misma mirada.

Habias perdido
el porque de tu existencia
vivias para que llegue la hora
en verme partir
no habia ni un solo dia que no hicieras eso
trataste muchas veces de explicarme
que no me amabas
que nunca me amarias
que llamarias a la policia
que estaba loca
que esto
que lo otro
no podias evitar la sensación
envuelto en el juego
hasta llegar a olvidar como pronunciar palabra alguna
con la mirada bastaba
y supongo que habias entendido mal
o es que ya no sabias como terminar el acecho
que creiste que la unica manera de librarte de mi
era quitandote los ojos,
imagino que habras dicho: si esto depende del cruce de miradas, sin la vista todo habra terminado, estoy enfermo, estoy harto no doy más.
pero calculaste mal, amor, ahora necesitabas olerme y empezaste a acercarte mas a mi
hasta olerme y luego te ibas, gritando y llorando, no sé
si esto te enferma, amor.
Pero, tu eres mi perro ciego pavloviano, incapaz
de poder de dejar de escuchar la campana.

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