martes, 19 de julio de 2011

en proceso

en mis sueños también
aparecía con el rostro vendado
no podía ser de otro modo.

a pesar de que no había acudida al espejo
por mas de cinco días
no quería saber como podría estar mi rostro.

Me habían prohibido llorar,
-no puede caer ni una sola gota de agua a tu rostro ni a tu cuerpo-
y para mi llorar eran tan fácil e inevitable
-a veces me daba rabia "ser tan sensible"-

cada seis horas tomaba unas capsulas
de colores muy bacanes
rojo con negro y negro con blanco.

mi cintura se había reducido a 66 centímetros
me era imposible poder masticar,
solo podía sorber.

durante la operación la enfermera me había pregunta "te duele"
yo decía "si", porque sabia que le complacería oír esa respuesta.
En realidad, no sentía nada, pues estaba aplicando
el metodo de la psicomagia del buen A. Jodorowski,
habia "abandonado" mi cuerpo.
Era yo una especie de mariposa
volando por campos verdes con arcoiris.

por unos microsegundos regrese a mi cuerpo
y vi la cara de miedo de la enfermera y del doctor.
me decían "cual es tu nombre" con cierta desesperación
asustados cogiendo mi muñeca derecha
-espere para responder, eso me complacía-


sentía correr mis lagrimas,
-como dije es inevitable para mi-
me preguntaron porque lloras, que te duele?
no sabia como explicar que estaba "muy emocionada"
al no sentir mi corazón latir.

en ese ir y venir de mis vuelos en un campo
que cambiaba de colores
según mi capricho
mi cuerpo sangraba
mi corazón se detenía y nuevamente volvía a latir
fueron 130 minutos de abandono


Ahora dulcemente me llamaban
"galletita" por el personaje de Sherk
me imaginaba que esta así de hinchada.

mi cama verde fosforescente,
me recordaba a aquel escarabajo
que cogí muerto a mas de 3000 msnm.

al cuarto día, con un poco de alcohol y algodón
me tuve que deshacer de mi sangre seca
que había formado manchas de rochard en mi cuerpo.

en cuanto el proceso de curarme
estaba en marcha y me sentía con menos ganas de dormir
por días enteros,
tuve como aliados a J. Verne y T. Capote

aún no descubro mi rostro,
y sigo soñándome vendada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario